lunes, 23 de febrero de 2009

Chapter IV: The seed...

Los dias siguientes a aquella noche, Arthur y Josephine, con completa desfachatez, se las arreglaron para verse a solas a las horas mas alocadas, desafiando a los padres de la joven los cuales veian, por mandato del patriarca, el asunto de lejos.

-Peyton..ire a ver a los niños.

-No no..tu quedate aqui que yo ire a vigilarlos, juega con Adolphus por mientras. Adi, cuida a mamà que no se siente bien

-Si, papà.- respondio diligente el niño que no contaba con mas de seis años

Era mejor que el entrase a la casa e hiciese como que vigilaba a la pareja. Sabia lo que estaba ocurriendo, lo respiraba en el aire. Por eso, se sentaba en el living y en la distancia, escuchaba risitas y gemidos a la distancia.

-Por el futuro de los Amberson.- murmuro sonriente mientras elevaba su copa de vino.

El lunes , de amanecida, Arthur se levanto rapidamente de la cama y de pie, observo el cuerpo desnudo de Josie. Trato de resistir la tentacion de acercarsele, pero no pudo. Volvio a recostarse a su lado y con su boca, recorrio desde la nuca hasta la suave curva del trasero.

la joven se desperezo y dio vuelta para mirarlo. Tenia el cabello desordenado, el pecho rojo por los rasguñones dados por ella al llegar al climax y su sexo de a poco, levantandose , a pesar de haber trabajado laboriosamente la noche anterior.

Le sonrio, el le correspondio la sonrisa y se besaron apasionadamente. Era una danza envolvente y sin fin de lenguas. Era tanta la pasion que la saliva corria por sus comisuras, los dientes chocaban e incluso Arthur se hizo un pequeño y sangrante corte en el labio, el cual Josie limpio, lamiendolo.

Antes de que el sol se presentase por completo e iluminase el cuarto, se entregaron a la lujuria dos veces, apretandose con vicio el un contra el otro y ella sollozando sin parar por la inminente partida de su novio.

-Cuando volveras a la ciudad?.- pregunto recuperandose

-Creo que en un par de semanas mas. A lo que mi madre me de respiro, vendre a visitarte.

-Creo que por esas fechas estare en casa de mi tia Margaret. Podriamos juntarnos en su casa...

-Tu crees que eso sea posible?

-Por supuesto!. Dios, como te extrañare..

-Yo tambien...

Aun desnuda se aferro a el y le susurro en el oido

-No me olvides...

-Imposible...eso, jamas!

Aun con el rojo plasmado en las mejillas, Josephine paso los dias suspirando y mirando hacia la ventana, esperando por algun milagro que mandase pronto de vuelta a su Arthur. Se encerraba por horas para revolcarse en la cama, abrazada a la almohada o escribir largas cartas a Artie

"Querido

Las cosas aqui estan bien pero planas, mas bien congeladas. Mamà no deja de acosarme y hacerme preguntas sobre nuestra relacion, Creo que sospecha algo porque me mira con otros ojos. Me da miedo, mas aun cuando tu estas lejos para socorrerme y calmarme con aquellas caricias que solo tu me sabes dar."


"Anoche desperte sobresaltada, pues tuve un sueño tan vivido!. Estabas tu, arriba mio, besando mi cuello con ardor y acariciandome de esa forma que me hace estremecer. Senti el peso de tu cuerpo sobre el mio, senti el fuego en el vientre. Queria llorar de la emocion, pero cual no fue mi sorpresa al despertar y encontrarme sola en la oscuridad de la noche..."


Arthur respondia a estas misivas con un tono consolador, mas no menos desesperado

"Mi dulce y bella Josephine:

Me siento al borde de la locura. Aqui el regimen es fatal, mas aun para un joven enamorado que a pesar de las duras labores de soldado, vive en las nubes. Sueño cada noche contigo, ansio con tocar tu piel, besar tus labios y hacerte mia. Aguanta, se fuerte, que los dias pasaran rapido y pronto estaremos juntos nuevamente..."


Pero no fue asi..Pasaron las dos semanas, luego una tercera, y una cuarta y nada. Arthur no volvia de la academia...

"La cosa se esta poniendo dura por aqui. Nos han reprendido duramente por la indisciplina de un par de compañeros. Estaremos tres semanas mas de lo presupuestado. Se fuerte, por favor, que sino tambien me desmoronare de la angustia . Hazlo por mi, hazlo por ti, por nosotros. No te me desmorones, amada mia..."

Josephine estaba consternada y al borde de la locura. Habia dejado subitamente de comer y se pasaba las horas tirada en la cama aferrada a una muñeca. La viscondesa estaba preocupada y enfurecida con su marido

-Ves? Ves lo que has hecho? Tu y tus grandes ideas...mira como sufre la niña! y todo por tus malditas ambiciones!!

-Ella esta bien, no te preocupes. Solo tiene algo de pena por la ausencia de Arthur. Normal, todas las adolescentes pasan por eso.

-Peyton...la niña no come, no comparte con nosotros y cada vez que la veo tiene los ojitos rojos e hinchados..esta mal! muy mal!. Sufre!

-Ya se le pasara cuando vuelva Arthur. Ahora dejala que viva este romance como toda niña de su edad.- decia con despreocupacion

Mrs Amberson sabia que esto no era normal y sufria con su hija, la que cada vez se alejaba mas de su familia. Con el unico que conversaba era con el pequeño Adolphus que, al ser tan pequeño, no entendia nada

-Lo extraño mucho.Creo escucharlo por todos lados, huelo su perfume en cada momento, incluso a veces de noche veo su silueta observar por la ventana! A veces creo que estoy asi, porque me he convertido en dependiente de el..

-Que es dependiente?

-Ahh si por eso me gusta contarte estas cosas, porque no comprendes y no reprochas..venga, que te dare un abrazo.


La situacion se puso aun peor cuando Arthur le informo que pasaria una corta temporada en Canada. Josephine estaba junto a su madre cuando leyo la misiva. Quedo perpleja, luego tiesa, y despues de un hondo gemido cayo desvanecida al suelo. Desperto sobre su cama rodeada de sus padres.

-Dios santo, Josie! que sustos nos das! No te aprietes tanto el corse que no ayuda!.- chillaba su madre

-Te encuentras mejor, mi vida?

-Si papà-..si...Yo..

-Que ocurrio.,.que leiste que..

-Arthur se va a Canada, por un par de meses....

Entonces rompio en llanto desesperado agarrandose de las solapas de la levita de su padre, el cual tembloroso la abrazo para consolarla. Por primera vez en su vida, Peyton Amberson se sintia miserable. Su hija sufria mucho mas de lo que el pensaba y todo era por un capricho suyo, jamas penso que ella llegase a tener sentimientos tan fuertes por el principe.

Desganada, palida como fantasma y tratando de darle el gusto a sus padres paso el primer mes y medio sin Artie. Habia sido tan intenso el corto periodo de romance que ambos habian tenido que, en verdad, como le habia dicho a su hermanito alguna vez, se habia vuelto dependiente de el.

Ls noticias por la lejania llegaban lento, carta semana por medio. Arthur al igual que ella sufria por la distancia y no dejaba de reprochar su falta de hombria al querer enfrentar a su madre para negarse a ir a un pais tan lejano a cumplir una mision que, segun su punto de vista, era inutil..


"Siento tanto frio, tanto frio al tenerte a miles de millas lejos de mi. Tengo tu fotografia en mi mesa de noche y la beso y miro mil veces antes de dormir, rogandole a dios para que me permita soñar contigo. Querida, mi adorada, se que te he pedido esto muchas veces, pero se fuerte, resiste, que me zafare de esto lo antes posible. Esto es una promesa...

Deseandote con lagrimas en los ojos...tuyo. Arthur"

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Fotografia enviada por Arthur a Josie en la primera misiva desde Canada. 1869




Por su parte, Josie respondia...

"Me siento muy mal al no tenerte a mi lado. A veces me paso el dia comnpleto mirando por la ventana ansiando verte llegar . No sabes como me emociono en vano cuando oigo el galopar de los caballos cerca de casa . Arthur...te necesito, oh! no sabes cuanto te necesito. Mi cuerpo ansia tus caricias, mi boca tus labios y mi alma tus palabras de amor. Querido, vuelve pronto o sino, terminare por perder la razon..."


Y en cierto punto creyo que empezaba a perder la cordura!. De inapetente paso a devoradora, comiendo todo lo que se le cruzase por delante. Su madre considero esto un avance, quizas el tiempo le habia enseñado que Arthur no lo era todo y habia vuelto a ser su niñita sana y vigorosa. Le habia dado por las uvas, pedia uvas a granel, se encerraba en su cuarto a comerlas una tras otra, deleitandose con su dulce sabor, despues, las magdalenas que la cocinera de la famlia hacia, eso si, bañadas de un fino chocolate semiamargo. En menos de un mes, habia subido al menos tres kilos. Se dio cuenta de esto un dia en que se vio desnuda frente al espejo.

-Debo dejar de comer como vaca, sino Arthur no me querra cuando vuelva.- se decia desesperada tratando de esconder la barriga


Pero no podia parar. Las locas ansias le ganaban y se encerraba en su cuarto para engullir sin ojos inquisidores sobre ella .

Ahora era el visconde el que estaba preocupado por la niña. Conversaba con uno de sus amigos de infancia, el conde de Hemsley una tarde de tertulia.

-Estoy preocupado por mi hija, pienso que esta comenzando a perder la chaveta..

-Y eso?

-Esta como poseida!. Se le ve nerviosa y come a desmedida!

-Debe de tener ansiedad. Algo similar le paso a la hermana de Herminie al quedar viuda. Es la perdida!- Ella cree que esta perdiendo o perdio a Arthur, por eso engulle como si no hubiese mañana. Parala antes de que se convierta en una bola, tienes que hacerlo , ya. Tu sabes, despues no habra dote que sirva para casarla. Los pretendientes buenos se ponen cada vez mas exquisitos con sus opciones...


Mr Amberson se puso firme con sus reglas y prohibio a su hija comer a deshoras, pero, ni la prohibicion aquella la paro. Solo ceso sus comilonas un dia que sintio que el vientre le explotaria con rapidos e intermitentes movimientos de tripas y presion en el.


Estaba asqueada con las formas que habia tomado su cuerpo. Tanto desagrado le causaba su gordura que pedia secretamente a su hermano todas las mañanas antes de vestirse, que le apretase lo maximo posible el corse. Eso, sumado a lo que habia aumentado en tres meses y medio de gula, ya la tenia a punto de colapsar, tanto fisica como sicologicamente, pues estaba segura que su Artie lo la querria siendo un cachalote.


Cuatro meses y medio pasaron y Arthur volvio a Inglaterra. Apenas pudo zafarse de su madre y hermanos, corrio a donde los Amberson a ver a su Josie. Avisado con anterioridad por un mensajero, el visconde habia ocupado la misma treta de la passiflora con su mujer para que los jovenes pudiesen amarse tranquilamente

-Anda, muchacho, sube. Te esta esperando...

Apenas alcanzo a estrecharle las manos y darle las gracias encarecidamente. Subio hecho un rayo y sin golpear entro al cuarto. La joven estaba sentada a los pies de la cama con un vestido celeste, ansiosa . La luz del dia comenzaba a desaparecer a medida de que el sol se escondia tras las montañas...

-Y? no me vas a dar un abrazo?.- pregunto con la voz temblorosa y los brazos estirados, estatico, esperando a su amada

Josie salto de la cama y se apego a el violentamente, oliendo las telas de su uniforme y rasguñando su espalda. El tomo su rostro estre sus manos para observarla. Estaba mas bella que nunca, su rostro habia tomado una redondez casi angelical, sus mejillas estaban aun mas entintadas de la ultima vez que la vio y sus ojos claros centelleaban

-Arthur...Arthur.- suspiraba con la garganta apretada

Se besaron larga y profundamente, haciendo danzar sus lenguas desesperadamente en la boca de otro. A rastras la llevo hacia la cama, y a los pies de esta, la empezo a desvestir apresuradamente. Ella hacia lo mismo, lidiando con los mil y un botones de su uniforme, los que hacian mas dificil la tarea. El le ayudo deshaciendose de los pantalones y la camisa mientras ella echaba a volar el polison y los zapatos. El quedo semidesnudo frente a ella..

-Date vuelta que te sacare esta tonteria.- dijo besandole los hombros desnudos

Obediente le dio la espalda y sintio los dedos desatar con rapidez los cordeles que apretaban aquel adminiculo, a la vez que sentia una suave y firme lengua lamer su nuca.

-Antes no usabas estas cosas...te has puesto coqueta.

-Son los desvarios de tu ausencia. Abuse de las golosinas.- dijo con un tono de verguenza.

Cayo el corse a sus pies y luego la enagua. Estaba desnuda mirando de reojo el reflejo de su cuerpo de perfil y como Arthur se apegaba a ella. Sus manos comenzaron por los tersos senos, luego bajaron hacia el vientre.....y ahi se quedaron, crispadas.

-Arthur, amor, por favor no...- dijo avergonzada echandose para adelante

El estaba frio, con los ojos abiertos de par en par y temblando..

-Josie...no me hagas esto...ven...yo quiero...quiero verte..

-No! por favor...- dijo avanzando hasta la cama y tapandose hasta el cuello

-Amor mio...por favor..dejame verte.

Arrastrando los pies camino hacia donde la joven se encontraba. Esta ahora sollozaba

-Estoy hecha una vaca!. He comido mucho! ya no me querras!.- decia entre lagrimas

-Eso, jamas. Nunca. Yo siempre te amare..

Con la punta de sus dedos, tomo la cubre que cubria a Josie y con lentitud y expectacion, las echo para atras. Ella se cubria nerviosamente el vientre temblando y aun sollozando. Retiro las pequeñas manos de el y fue solo entonces que supo lo que ocurria

-Dios santo...- susurro asustado y a la vez, algo maravillado

-Ves? ves? ya no me querras mas...!

-Josie... hace cuanto que estas asi?

-Asi como?

-Asi mas...ancha.

-Ya sera un mes. De repente me puse a comer todo lo que me pasaba por delante y no podia parar, Lo juro! fue la pena..

El joven no podia creer lo que estaba ocurriendo. Josephine no tenia nocion de su estado. En su inocencia creia que habia engordado por comer en sobremedida.

-Ya he parado porque el corse ya casi no me aguanta y la tripa parece tener vida propia moviendose como condenada.- susurro.

El le tiro del brazo y la acerco a el para abrazarla y acariciarla. Fue entonces que de sopeton, recordo las cosas que su hermano Bertie le habia dicho y que el habia olvidado en sus encuentros carnales con la joven.

-"No se te ocurra tener tu placer dentro de ella. Salte cuando ya sientas que no puedes mas. Sino, usa esta cosa que el doctor Hamilton me ha entregado"

Tambien se dio cuenta de que habia inducido a Josie dentro de un juego de adultos de el cual, ella no tenia idea las consecuencias que podia acarrear.

-Yo siempre te amare, Josephine, siempre. No importa lo que ocurra, siempre seras la primera y la ultima...

-No me odias por haber engordado?

-No....eso me hace amarte aun mas.- dijo apretandola fuerte contra el

Hubo un silencio lleno de caricias y besos, luego la joven suplico

-Acariciame como tu sabes...por favor. Lo deseo....

Con mucho cuidado de no apretar el incipiente vientre, la hizo suya suavemente, acariciando el bulto que vibraba al compas de los gemidos de Josie. Al terminar, ambos en extasis y agotados, se tumbaron en la cama.

-Dios esta tripa!. Me he dañado el estomago esta maldita gula.

Por primera vez, Arthur vio un ligero movimiento en la barriga de su novia, el primer atisbo de la vida que se gestaba dentro. Era su hijo, su pequeño el que crecia ahi!. Estiro la mano para sentirlo..

-No , no lo hagas, que es horrible...

-Josie...no lo es ...yo...tengo que decirte algo.

La joven se enderezo bruscamente y comenzo a escuchar lo que su amado le decia. Estaba perpleja, no entendia como habia llegado a ese estado. Se sintio rara y le comenzo a faltar el aire. Corrio hacia la ventana y la abrio violentamente para respirar bocanadas de aire puro.

-Lo siento..lo siento mucho...yo tengo la culpa!. No debi arriesgarte asi. Pero no te preocupes que no te dejare sola en esto...yo....a como de lugar me casare contigo. Hablare con tu padre y luego se lo anunciare a mi madre....

-Tengo ..vida....cargo vida...Tendre una muñeca de carne y hueso ...sera mia.- repetia con la mirada perdida

-Nuestra..sera nuestra

Lentamente se dio vuelta y abrazo a Arthur el cual lloraba suavemente emocionado por las noticias que de golpe le habian caido.

-Necesitare tanto de ti!...yo..yo no se como cuidar a un bebè. Soy muy torpe , hasta a mis muñecas las dejo caer. Que si le hago algo? si lo daño?!

-Shhhst...calma. Que yo estare a tu lado todo el tiempo. Nos iremos a Canada, junto a tus padres, si quieres y formaremos un lindo hogar alla.- le contaba con ilusion

Cuentos de hadas, historias felices e ilusiones en vano que jamas se cumplirian. La joven pareja no tenia ni la menor idea de lo que se les venia por delante...

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